SISTEMA CRÁNEO – SACRAL

     Todos estamos familiarizados con los ritmos corporales conocidos y su importancia, por ejemplo, el respiratorio y el cardiaco, pero un gran desconocido y probablemente el causante de gran parte de síntomas y disfunciones es el desequilibrio del Sistema Cráneo-Sacral.  Se trata de uno de los sistemas que constituye el organismo, compuesto por numerosas estructuras: médula espinal, meninges, los huesos craneales, el sacro y un líquido de vital importancia, denominado líquido cefalorraquídeo, que rodea y protege el cerebro y la médula espinal: incluyendo el cráneo y el sacro.  Dado que el cerebro y la médula espinal están dentro del Sistema Nervioso Central, es fácil comprobar que el Sistema Cráneo Sacral posee una marcada influencia sobre gran variedad de funciones corporales.

En el Sistema Cráneo-Sacral existe un movimiento, denominado movimiento respiratorio primario, que nace a nivel del cráneo, y se propaga a través de la fascia y los tejidos al resto de estructuras corporales, siendo un movimiento sutil, de difícil percepción, solo para las manos entrenadas para ello.

TERAPIA CRÁNEO – SACRAL

     Con un leve contacto, un terapeuta entrenado puede percibir las pulsaciones del sistema Cráneo-Sacral trasmitido a todo el cuerpo a través del Sistema Fascial, el cual está en contacto con todas las estructuras corporales, envolviendo a las vísceras, articulaciones, músculos, sistema nervioso y sistema arterial y venoso, siendo el más profundo el que envuelve a las meninges. Una restricción en el Sistema Fascial (caída, golpe, operación, lesión traumática o emociones) puede alterar la estructura del cuerpo y afectar su función. Estas restricciones del Sistema Fascial provocan una disminución de la movilidad y como consecuencia un mal funcionamiento de las estructuras a las que envuelve el tejido fascial y otras que se encuentran a distancia.  Siempre en Técnica Cráneo-Sacra: valoramos anatómicamente, trabajamos con técnicas específicas y volvemos a valorar los parámetros fisiológicos del Sistema Cráneo-Sacro. El trabajo se puede extender a todo el cuerpo puesto que esa fluctuación del LCR genera en el sistema fascial corporal una ‘motilidad’ que puede ser testada y trabajada. El trabajo terapéutico consiste en ayudar al paciente a restablecer el flujo normal de movimiento mediante la atenuación o desaparición de esas resistencias mediante un abordaje manual basado en un tacto sutil de escucha del cuerpo, que nos permite sentir las restricciones de movilidad de las diferentes estructuras, estimulándolas para activar los recursos de curación inherentes a nuestro organismo.

BENEFICIOS DE LA TERAPIA CRÁNEO – SACRAL

Disfunciones congénitas.
Trastornos de la succión y respiración en bebes.
Lesiones del sistema nervioso central, medulares y pares craneales.
Dolores craneofaciales y migrañas.
Vértigos y mareos.
Fatiga y Estrés.
Incoordinación motora.
Dolores crónicos de cuello y espalda.
Escoliosis, discopatías, hernia de disco.
Bruxismo y disfunciones de la articulación témporo-mandibular (ATM).
Trastornos de aprendizaje.
Estrés post-traumático y emocional.
Fibromialgia.
Trastornos digestivos.

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